Jul 15, 2010

You bleed just to know you're alive

Entonces tengo que tratar de acostumbrarme a la realidad... aunque, por lo menos para mí, mi realidad sea un desastre. Las cosas no van a cambiar de un día para el otro, no voy a convertirme en la persona que quiero ser mirando unas fotos, envidiando a medio mundo. De todas maneras sé que no me voy a acostumbrar nunca, porque lo debería haber hecho hace como cinco años, y todo el mundo me lo dijo, así que no es una noticia de último minuto. Es muy triste que estas cosas me pasen en el momento en que debería estar más feliz, riéndome por las cosas más tontas y pensando nada más en salir con mis amigos y divertirme. Y aunque lo haga, no parece ser lo más importante. Porque me sobrepasan los pensamientos tristes y me dan ganas de llorar más de cuatro veces por día. Miles de personas pueden pensar que soy una exagerada, pero me da lo mismo, porque así lo siento. Y tratar de escribir no me hace sentir mejor, es más, nunca escribo porque no me salen las palabras, y puede ser también porque realmente no vale la pena escribir estos problemas sin sentido (una vez que lo estoy escribiendo, me pongo a pensar, y digo "ehm... por qué estaba escribiendo? qué klfdjdrkgtj me pasa?") En fin, me gustaría no ser justo una adolescente que va sufriendo por la vida teniendo quince años. Y todos estos problemas se basan en sólo uno. Vos.

1 comment:

Inés said...

Yo sé que nada de lo que te diga te va a hacer cambiar de opinión; yo sé que no soy la persona indicada para decirte absolutamente nada; ya sé que te lo repito TODOS los días que hablamos, todas las entrada de este blog.
Pero yo quiero que sepas que si por algún tiempo pudieses distenderte, pudieses poner en perspectiva tu vida, pudieses ver todo desde otro lugar, te darías cuenta de lo feliz que deberías ser. Yo sé que esto no dice nada, no llega a absolutamente ningún lugar, yo sé que no va a cambiar nada. Pero espero que algún día te des cuenta, algún día entiendas que la felicidad es decisión y que depende de vos, y que tenés a una banda de personas atrás tuyo para sostenerte, para repetírtelo hasta que te entre en la cabeza.
Es violento lo que te digo, ya lo sé, tal vez es muy fuerte. Es lo que me sale, es lo que entiendo, es lo que sé, es lo que me enseñaron y es por suerte lo que aprendí a hacer.
Te quiero hasta el cielo dai, y de verdad me alegra poder hacerte sonreir de vez en cuando.